🙏🏻 “El que tenga oídos para oír, que oiga” esta expresión se encuentra ocho veces en los evangelios y ocho veces en apocalipsis, en una era donde predomina el uso de los sentidos naturales, la misma cobra mucho significado, ¿Qué estamos oyendo? y más importante aún ¿A quién escuchamos?
📖 Pilato, por ejemplo, estuvo con Jesús, converso con Él, Jn 18:36-37 narra: “Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”
👂🏻 Pilato tenía oídos selectivos, no escuchó la voz de Jesús, a pesar de que conversó con él, prefirió escuchar las voces de la multitud entregando a Cristo para ser crucificado, aunque ciertamente, ese era el propósito del Mesías, para que se cumpliesen las profecías.
🛐 Esto nos lleva a reflexionar ¿cuándo fue la última vez que escuchamos la voz de Dios y atendimos a su llamado? Ro 10:17 dice “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” por la palabra de Cristo, nos es necesario escuchar su voz, invocar su Nombre y solo sus ovejas le escuchen y sigue.
🙇🏻♀️ Hoy muchos son como Pilato, tienen oídos selectivos, oyen la Palabra, pero permanecen en incredulidad y dureza de su corazón. Escuchemos la voz de Dios, atendamos a Su llamado, escudriñemos su Palabra, seamos obedientes al consejo divino que en ella encontramos.