📖 Jesús en Mr 12:31a dijo: “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Reconocemos que amar al prójimo e incluso el enemigo es un mandato divino, aunque en ocasiones puede ser muy difícil, pero, ¿por qué nos cuesta tanto?
🔥 Podríamos decir muy coloquialmente, que hay personas que no colaboran, que contribuyen agregando niveles de dificultad al asunto, pero la verdad, es que el problema no está en la otra persona sino en nosotros mismos. Al ser ofendidos, hiere nuestro ego, creemos que somos mejores que el otro y olvidamos lo más importante:
🙏🏻 Hubo un tiempo, en el que nosotros éramos enemigos de Dios, y Él manifestó su amor a través del sacrificio de Cristo, para reconciliarnos con Él, ofreciéndonos perdón y gracia.
🛐 Al experimentar esa gracia redentora, el amor de Dios y su perdón, reconociendo nuestra condición, nos corresponde actuar en consecuencia, amar al prójimo como a nosotros mismos: que la misma misericordia, gracia, amor y perdón que quiero para mí, también debo quererla para el otro.
📖 Si en algo nos han ofendido, recordemos la respuesta de Dios a Samuel: “no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado” (1 S 8:7).
🙇🏻♀️ Oremos por misericordia y perdón para quien nos ofende o persigue, para nuestros enemigos, amemos a nuestro prójimo, pues fuimos rescatados para mostrar a Cristo en nuestro diario andar y ya Él nos dejó ejemplo.
