✍🏻 El apóstol Pablo enfatiza el principio de la separación. Los creyentes hemos sido salvos para vivir apartados para Dios en santidad, en obediencia a sus preceptos y principios, de acuerdo con el estándar moral contenido en la Palabra de Dios. Aclarando que no estamos aislados del mundo, pues de ser así, no podríamos cumplir con el mandato de la gran comisión; fuimos llamados a santidad y pureza, estamos en el mundo pero no somos del mundo, por tanto, no nos contaminemos con la levadura, con el pecado de este siglo.
🙌🏻 Fuimos llamados a predicar las buenas nuevas de salvación, el mensaje de la cruz, no nos corresponde juzgar al mundo. Los pecadores que decidan rechazar el mensaje de salvación, algún día enfrentarán el juicio divino por el pecado. Sin embargo si nos corresponde preservar la pureza de la iglesia.
🛐 Pablo nos exhorta a no juntarnos con los que profesando ser hermanos, son fornicarios, avaros, idólatras, maldicientes, borrachos o ladrones; con tales ni aún comamos. La expresión “no os juntéis”, quiere decir, no se asocien, no tengan vínculos de amistad, y lo recalca con “ni aun comáis”. Para la cultura de la época la invitación de sentarse a la mesa a comer, significaba aceptar a esa persona como un amigo muy cercano, casi como miembro de la familia.
⛪ El apóstol nos exhorta a no compartir, a no establecer vínculos cercanos de amistad, de hermandad con aquellos que llamandose cristianos persisten deliberadamente en el pecado sin intención de arrepentimiento; “tal persona debe ser quitada de entre vosotros”. Y esta frase es tomada de Deuteronomio como principio de Dios para su pueblo, aplicado en los casos de inmoralidad principalmente, para exterminar el mal del pueblo, para que la congregación no fuese contaminada.
🤔 Reflexionemos sobre nuestra condición espiritual, ¿Cómo se encuentra nuestra relación con Dios? ¿realmente llevamos una vida en santidad delante del Padre? ¿estamos preservando la pureza en nuestra vida y en la congregación, en la iglesia local?
⏳ Hoy, lamentablemente muchos afirman que hay que parecerse al mundo para poder alcanzarlo para Cristo, enseñando que no hay nada de malo en ser semejantes al mundo en imitar al mundo, porque así ellos verán que somos lo mismo, que no hay diferencia y aceptarán a Cristo. Nada más alejado de las Escrituras, pues la amistad con el mundo es enemistad contra Dios, como dice Stgo 4:4, y aún en Ro 12:2 se nos amonesta a no conformarnos, a no amoldarnos a las estructuras de pensamiento, filosofías, modas e ideales de este mundo, todo lo contrario, a ser transformados por medio de la renovación del entendimiento.
🙇🏻♂️ Como cristianos la Palabra nos enseña que debemos vivir en santidad, apartados para Dios, desechando toda levadura, toda contaminación, confirmando nuestra profesión de fe con el testimonio, siendo sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; y aún preservando la pureza de la iglesia, exhortándonos unos a otros en amor para la mutua edificación, en disciplina y amonestación del Señor, animándonos unos a otros a perseverar en la fe.
🙇🏻♀️ No estamos solos en este peregrinaje, el Espíritu Santo nos guía, nos transforma, nos moldea a través de la Palabra de Dios, para agradar a Aquél que nos compró a un alto precio, la sangre de Cristo derramada en la cruz del Calvario. Vivamos en santidad, pues Jesús viene a buscar una iglesia pura y sin mancha.