📖 El Salmo 5:2-3 dice “Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”.
🙏🏻 David escribe este salmo pidiendo al Señor que escuche su oración; atiende a la voz de mi clamor; mi súplica está dirigida hacia ti; a ti oraré Rey mío y Señor mío. Reconociendo al Rey soberano, que está presto para atender la voz de su pueblo, y al Dios poderoso, nuestro Dios, para quien no somos extraños, somos sus adoradores, comprados con la sangre de Jesucristo.
🛐 El salmista continúa, de mañana me presentaré delante de ti y esperaré. Oraré a ti, presentaré mis súplicas delante de ti, confiando esperaré en tu soberana providencia. Dirigimos nuestra oración a Dios, nuestra vida entera en adoración, y podemos confiar en Él, esperar con paciencia en la soberana voluntad de nuestro Rey y Dios.
🔥 No hemos de agitarnos por el malo, pues no habitará con el Señor. Es como sepulcro abierto, lleno de maldad y putrefacción que lisonjea, adula, maquina para hacer tropezar, para hacer caer en camino de perversidad. pero Dios aborrece la iniquidad, al perverso y engañador en su tiempo dará su recompensa. No hemos de inquietarnos, porque en su abundante misericordia esperamos ante la presencia del Rey y Dios por los méritos redentores de Cristo.
🙇🏻♀️ Podemos unir nuestras voces al salmista y decir guíame Señor en tu justicia, endereza delante de mí tu camino (v.8). Ayúdanos a hacer tu buena voluntad agradable y perfecta. Nos alegraremos en ti, nos regocijaremos en ti porque amamos tu Nombre, porque solo tú eres Dios, no hay otro fuera de ti, porque nos rodeas como escudo con tu favor. En ti estamos seguros, podemos habitar confiados en tu presencia, Rey mío y Dios mío. (Te invito a leer el salmo completo).
