1 Pedro 1: 8-9:
😃 El contexto de estos versículos son las pruebas y sufrimiento, pero aún en medio de la aflicción, de la tentación, de la adversidad, aún en medio de la pandemia y el distanciamiento social, nos podemos alegrar en nuestro Salvador.
⏳ Aunque no le vemos tenemos la convicción de que Su presencia está con nosotros todo el tiempo, todos los días, todo el día.
📖 Juan 20:29: “Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron."
🤷🏻♂️ Pedro había estado tres años con Cristo y no siempre le fue bien, un día lo reconoció como el Mesías, el Hijo de Dios, y al otro lo negó.
💟 A pesar de su debilidad, Jesús luego de la resurrección, le preguntó Simón Pedro, ¿me amas?
🕊️ Ahora Pedro nos escribe, “vosotros que lo amáis sin haberlo visto”, el Espíritu Santo es el único que puede hacer real a Dios en nuestras vidas.
🤔 La pregunta es: ¿Realmente amamos al Señor? ¿O simplemente vivimos el cristianismo como si fuera una serie de lineamientos morales, éticos, que rigen las apariencias? ¿Realmente estamos viviendo un cristianismo vivo en el amor a Dios y de Dios?
❤️ Hemos sido salvos por gracia para vivir en santidad y obediencia al Padre, pero con una sumisión gozosa, alegre, porque amar a Dios y experimentar Su amor, nos va a permitir disfrutar la paz que sobrepasa todo entendimiento.
🙌🏻 Ser hijos de Dios, constituye una experiencia maravillosa, un gozo indescriptible al colocar la confianza en Él, porque Él tiene cuidado de nosotros, ¡somos hijos del Rey de Reyes que recibiremos como herencia la salvación, vida eterna mediante la fe!