🙏🏻 Dios quiere tener con nosotros, sus hijos, una comunión ininterrumpida, que vivamos conscientes de su presencia en cada instante, en cada segundo de nuestras vidas, quiere tener una relación viva con nosotros para que podamos mostrar a Cristo en nuestro diario andar. Es tanto así, que nos compara con los pámpanos, siendo Jesús la vid verdadera.
📖 Jn 15:5 dice “yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Dios quiere que tengamos una comunión viva y real con Él, tal como la de las ramas y la raíz, esta verdad, va más allá de una relación ocasional o temporal, trasciende todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.
🍇 La rama no está unida a la raíz sólo en el momento de llevar fruto, el agricultor no tiene las ramas guardadas en una gaveta y el día que quiere uva las pega la vid, ¡no! Las ramas están constantemente unidas, recibiendo los nutrientes de la vid, pues la separación significaría una muerte segura.
🛐 Igual ocurre con nosotros, separados de Dios nada podemos hacer. Necesitamos de esa comunión viva, de una relación real con nuestro Señor y Salvador, de lo contrario, estaríamos perdidos, pero ¡Gracias a Dios por su presencia! porque somos Templo, morada del Espíritu, Él nunca se separa de nosotros, permanece con nosotros y en nosotros.
🙇🏻♀️ La presencia de Dios es permanente en nuestro diario andar, cultivemos intencionalmente las disciplinas espirituales, siendo favorables a la obra del Espíritu Santo, manteniendo una relación viva, real con nuestro Señor y Salvador, permaneciendo en Él para que podamos llevar mucho fruto, para mostrarlo en todos los aspectos de nuestra vida.