Listen

Description

📖 1 Co 6:17-20 dice: “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios."

🙏🏻 En una época que enfatiza los derechos de las personas, puede ser sorprendente darse cuenta de que, como creyentes en Cristo, le pertenecemos —cuerpo, alma y espíritu—a Él, no a nosotros mismos. Esto significa que no somos libres de hacer lo que nos plazca, sino que estamos llamados a vivir en obediencia a Aquel que nos redimió con su sangre preciosa (1 P 1.18, 19). El Nuevo Testamento usa muchas palabras que hablan de Cristo como nuestro dueño. De hecho, Pablo se llamó a sí mismo un “siervo de Cristo”, lo que literalmente significa esclavo del Señor (Ga 1.10).

🔥 Es posible que nos apresuremos a creer esto intelectualmente, porque pertenecer a Cristo es una idea reconfortante. Pero ¿cómo se aplica en la práctica? Nuestros cuerpos son regalos maravillosos de Dios que nos permiten interactuar con nuestro mundo, y unos con otros, pero también son templos de su Espíritu Santo. Esto significa que nuestra mente, voluntad, deseos, afectos, relaciones y posesiones son medios por los cuales honramos o deshonramos a nuestro Salvador.

🙇🏻‍♀️ Para agradar al Señor, necesitamos cambiar nuestra manera de pensar. Nuestra tendencia natural es hacer lo que queremos en cualquier situación dada. Pero lo mejor que podemos hacer es considerar cómo glorificar a Dios.

Tomado del Ministerio en Contacto con el Dr. Charles Stanley