Como la toques, te mato.
Esa historia que habla de maltrato, violencia, alcohol, infancia desquiciada por las miserias encogidas en un puño que pega con sabor a victoria, pega a lo vulnerable, a lo cuidadosos, a lo inteligente, a lo cariñoso, a los colores, a las sonrisas, pega, golpea, y mata porque sus nudos miserables no entienden de grandeza. Lo brillante se quema para que el aluminio que compone sus venas tenga algo de lucimiento..
Pero un claro y contundente mensaje de la policía nos deja un esperanzador sabor de boca:
"Señor no se retire, todavía hay esperanza"
Cerramos el episodio con la reflexión contundente que hace Yolanda Criado sobre las personas fuertes; esas que siempre están solas, esas que dicen no necesitar nada, esas que se pasan la vida esperando que se las abrace sin pedirlo, esas almas que pueden con TODO.
¿Qué pasaría si nos desnudamos de la fortaleza y nos vestimos de vulnerabilidad?
