Se dan tantas cosas por descontado… tantos detalles que parecen costar poco pero que llevan días preparándose, se hallan escondidos en las mentes de aquellos que te rodean, se maceran con cariño, calma y con un solo objetivo, hacerte sentir especial, hacerte sentir que tu presencia es lo más importante que les puede llegar a pasar esas horas, hacerte parte de la familia y regalarte a espuertas esa cena, ese restaurante con encanto, esas tartitas de chocolate caliente que al mínimo roce de cuchara se deshacen en un líquido mágico que hace las delicias de los recuerdos más vívidos. Se dan tantas cosas por descontado…
¿Y tú? ¿valoras esos pequeños grandes detalles que te cambian la vida?