...Regresé sobre mis pasos, recordé esa marea de libros y personas que minutos antes conformaban mi mundo, me adentré buscándome perderme en la soledad del bosque encantado y allí en ese símbolo del silencio eterno, solo pude preguntarme ¿Cómo podemos ser inconformistas? ¿Cómo podemos dar al otro algo más que una versión gris de nosotros mismos? ¿Cómo podemos hallar en el vasto mundo del YO eso que nos hace brillar sin necesidad de energía externa? Eso que nos potencia nuestros propios colores. ¿Cuál ha de ser ese gesto que nos diferencia? ¿Esa pegatina brillante que sirva como marca personal en cada relación, en cada proyecto?
¿Cómo podemos descubrir que somos inconformistas, que innovamos con nuestro propio enjambre de creencias, que nos cuestionamos, que NO damos por hecho…, que nos buscamos, nos seleccionamos, y apostamos por ese YO tan genuino que simplemente enamora?
Quizás… respirando vidas en un parque…
¿Y tú eres inconformista?