En mi juventud muchas veces fui catalogado por la gente que me conoce, cómo "negativo".
Decían que yo era negativo por que siempre he pensado que "las cosas pueden suceder", no me es posible decir "eso no me va a pasar a mí".
Y todavía encuentro incomprensible que personas que se aferren a la creencia de que eso "no les puede pasar" ¿De dónde sacan esa seguridad y certeza?
Con el tiempo me di cuenta de que mi supuesto pesimismo, no era pesimismo, simplemente siempre he dicho "espera lo mejor pero prepárate para lo peor".
Esta forma de pensar la encontré reflejada en otras culturas y países, culturas y países que se encuentran en mucho mejor posición. Lo cierto es que no depende de preparación, conocimientos o cultura general, ni siquiera tiene que ver con el fervor religioso.
Pero muy complicado es, poco entender encuentra el pensamiento de "estar preparado", de "no asumir", de no dar por hecho nada, quizá por eso mi frase favorita es "nada es para siempre".
Estoy leyendo el libro "EL OCASO de la DEMOCRACIA" de Anne Applebaum y de nuevo encontré esa forma de pensar. Para los norte americanos es común decir "eso puede pasar aquí" y por supuesto que me sentí identificado, lo entiendo a la perfección, lamentablemente en mi cultura y sociedad, hasta que se llega al "está pasando, hay que hacer algo", muchas veces ya es demasiado tarde.
La historia ha demostrado que este pensamiento colectivo de "eso no me va a pasar", es muy común en América Latina, con los resultados conocidos en distintos países del continente.
Y esa creencia de "eso no me va a pasar", está muy arraigada en México. Conozco casi todo el país y me he topado con esa pared en todas partes.
No sé si en verdad es que tienen fe, esperanza, escepticismo o inmadurez, algunas actitudes se asemejan a esconderse debajo de las sábanas, con la creencia de que el monstruo va desaparecer.