A lo largo de la vida, construí castillos, lleve paredes de diplomas, sentí el éxito de crecer, el brillar era significado de “Amarme”, seguí en ese deambular y noté, que algo me decía mi corazón, porque latia muy débil, y pensé: tengo todo lo soñado, ame ese vehículo y lo compré, mis estudios con pasión los alcance, pero sentía raro mi corazón. Decidí estudiar, el porque un corazón podía perder fuerza, y allí comencé a pensar, has visto el mundo y sus sentimientos, y sentí angustia lo sabía todo mas no conocía las emociones que se encontraban en el mundo, perdí tiempo pensé, y en un papel comencé a escribir, mi rutina y la misma se resumió en estar solo, y no encontrar quien amara y a quien amar, y por tanto llore.
De repente algo me decía, abre la ventana y encuéntrate, con tu realidad, y mis ojos se sorprendieron, de saber que viví congelado en el tiempo, y debía darle calor a mi corazón porque él moriría de soledad. Desde la ventana, me miraba la gente y yo sorprendida, sentía que ellos siempre quisieron saber de mi y me escondí en intereses, el tiempo pasó y me lamenté. Internamente sentí una voz que me decía: Aún hay tiempo, comienza con lo simple, que realmente es lo tiene un valor importante mire el cielo y su inmensidad y sentí a un Dios que nunca me abandonó, más yo si lo abandoné , mire las flores y me parecieron únicas, hermosas; la brisa rosaba mi cara, y el cosquilleo me hizo reír, sentí que mi corazón estaba diferente, por tanto decidí salir, y al primer lugar que pensé fue en el parque que, pasaba día tras día en mi automóvil de moda, y fui a pie.
Mire la diversidad de la gente, y todos me regalaban sonrisas, fue algo extraordinario, al fin llegué al parque y cansado, decidí sentarme en un banco y, allí se acercó y sentí a mi lado un niño muy hermoso, sencillo me dijo comprendo lo que sientes, y me sorprendí, sabes a mi no me amaron vivo en la calle más yo siempre ame, porque desde mis ojos vi todo lo que tenía y nada me faltaba, lloré y el corazón latió fuerte, y fue incansable la luz de aquel niño ya que, de él aprendí, a amar porque me enseñó que el. el mundo visto desde los ojos de un niño, es simplemente aprender a amar.