Estupendo día para recordar mi vida, la cual fue, reconfortante llena de deseos cumplidos una familia, emprendedora, viajes, sorpresas y conocer el mundo. Mis padres grandes profesionales, cada uno en búsqueda de sus éxitos, observando que el acercarnos emocionalmente, quitaba el tiempo, escuchaba constantemente: “ ahora no bebe, mi tiempo es limitado”, sin entender que solo deseaba un abrazo de papá, y este nunca llegó, rondaba siempre una lágrima cuando mamá salía y quedaba yo con mi tutor o señora de cuidado, quien abrazaba tanto, que la titulé “ mami”, también recuerdo que, llegaba sorpresivamente en mi vida el abuelo lleno de sorpresas, más no caricias, recordándome tanto a papá.
Fui creciendo, bajo un torbellino emocional, de caminos encontrados, donde reprimía mis sentimientos, y mi tristeza se reflejaba en el descuido, poco a poco me perdí,, llegaron los amigos equivocados, con los que recibí afecto, y me ayudaban a olvidar borrando mi mente, con sustancias que enfermaban mi alma, y perjudicaban el prestigio de mis padres; mi estructura de vida era un caos, lleno de agresiones por no cumplir las metas de los padres, que sentía sin emoción y sin corazón.
Buscaba nortes, y caía en errores no aprendí a amar, solo tuve lo material y quedando un vacío enorme en mis emociones. Un día, no soporte y sabía que algo grave ocurriría, con gallardía, revisé, y me pregunté que era un corazón feliz, y no obtuve respuesta mi corazón estaba congelado, de tristeza, de falta de amor, lleno de ira; las salidas de paseo, con mis progenitores eran desagradables, nunca un beso, sentí que ya era momento de partir y decir basta.
Pasaron muchos años bajo un. aceptar, el grito el desamor, decidí huir , sentí paz y enriquecimiento. La búsqueda por mis padres fue incesante, toda una comunidad tras mi rescate, sin saber mis padres que me abandonaron, perdido yo, no sabía dónde estaba, y allí en ese bosque conseguí mi paz y mi corazón latía, pero se que algo, faltaba, busque el amor, los besos, y las caricias y grité, Dios no me ame, permití tanta falta desamor y esto me hizo llorar, sentí paz; y allí me encontraba perdido en el bosque pero, recuperando mis emociones, note a lo lejos sonidos de autos, me asusté y comenzaron a decir mi nombre, lloraba tanto no quería volver, prefería el bosque que me daba energía, que una mansión vacía , y allí mis padres con lágrimas corrieron, más yo corría en dirección contraria, recuerdo la fuerza y gritaba, llegaron tarde, el tiempo y su compartir fue de un nunca amar, un llorar, un no valorar y una fuerte decepción, crecí solo, y hoy deje al niño, y en este bosque encontré que sus gritos emocionales, eras reflejo del egoísmo, del éxito lo que me enseñó, el saber que me amo, me abrazo y me formé, gracias a la vida que me enseñó la gratitud y la humildad.