Dostoievski nos ofrece un soberbio retrato de la vida de la gente humilde de la capital rusa a través de la correspondencia entre el modesto funcionario Makar Alekséievich Dévushkin, ya entrado en años, y su pariente lejana Varvara Alekséievna Dobroselova, una joven huérfana a la que protege y por la que siente un amor presuntamente paternal. Siendo vecinos, apenas se ven para evitar habladurías, por lo que se comunican casi diariamente a través de cartas.