El 16 de marzo de 2024, Carolina Cors encontró a su hija Catalina sin vida, junto a una nota que pedía perdón por no poder “resistir tanto dolor”.
“Catalina era una joven muy alegre, inteligente y optimista”, nos cuenta su mamá. Estudiaba Terapia Ocupacional en la Universidad de los Andes (Chile). Fue justamente ahí, en 5to año, al inicio de su internado donde comenzó su peor pesadilla: Catalina fue víctima de acoso y maltrato por parte de sus docentes, lo que afectó seriamente su salud mental, llevándola a un estrés post traumático y luego a una profunda depresión. A pesar de los esfuerzos de su madre para denunciar las irregularidades, Catalina perdió las esperanzas y decidió terminar con su vida.
La historia de Catalina llegó a miles de estudiantes que se animaron a contar públicamente, que estaban atravesando situaciones similares de acoso y maltrato por parte de sus educadores. Hoy en día, Carolina sigue luchando para que el legado de su hija de cumpla: que se deje de normalizar el maltrato en los centros educativos.Instagram: juan_tonelli
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Mis dos libros:
• Un elefante en la habitación.
• Poder ser
