Nos hemos acostumbrado a lo cotidiano a lo que es normal que djamos de ver los detalles, dejamos de entender la forma en que las personas nos dan parte de su ser, esperando un momento especial un momento perfecto y olvidamos que estos dependen de nosotros de nuestra percepcion, de nuestra necesidad y no de un libro ni de un decalogo, hemos cerrado los ojos pero no para ver la magia sino solamente porque la sociedad normalizo lo que antes llamabamos romántico.