El artículo "La ‘Fiesta no manifiesta’: Los Mexicanos" describe una tradición poco conocida de corridas de toros improvisadas en la península de Yucatán, México. Estas corridas se llevan a cabo en plazas construidas con materiales rústicos y son un evento comunitario que integra aspectos culturales y creencias de los pueblos originarios. El autor, un fotógrafo, comparte su fascinación por esta "fiesta no manifiesta" que, a pesar de su gran número de asistentes y su carácter arraigado, permanece oculta al turismo. La publicación subraya que la tauromaquia en México es una parte viva de la estructura social y se manifiesta en celebraciones que combinan lo festivo con lo tradicional.