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1116 – Is1:21 Isaías 1. La ciudad infiel.

¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.

La caída de un imperio, una nación es por: Apostasía de la fe. Decadencia moral. Anarquía política. Todo inicia por lo espiritual. Cinco fueron las razones de la destrucción del imperio romano: 1) Minaron los fundamentos de la familia. 2) Impuestos mayores para dar pan gratis y circo al populacho. 3) Locura en cuanto al placer. Los deportes se vuelven más necesarios y peligrosos. 4) Grandes ejércitos y armamento cuando el enemigo estaba dentro de la nación. Decaimiento de la responsabilidad. 5) Decaimiento de la vida espiritual. La fe se vuelve en un rito. El primer mensaje del profeta Isaías (Is 1:1-31) tiene la estructura de un juicio formal. El Altísimo es el Juez, Israel es el acusado, y los cielos y la tierra son los testigos. El Juez acusa. (Is 1:2–17). El juicio comienza con el Juez denunciando la perversidad de su pueblo. Señala primeramente la rebeldía nacional (Is 1:2b–9) y sigue con una acusación fuerte contra la hipocresía religiosa (Is 1:10–14). Termina citando la injusticia social que imperaba en la nación (Is 1:15–17). El Juez invita (Is 1:18–20). Enseguida, el Juez hace la gran invitación al pueblo que arregle cuentas con Él (Is 1:18) y pone en claro que el resultado del juicio depende totalmente de lo que ellos quieran hacer (Is 1:19–20). El Juez evalúa (Is 1:21–31). En los versículos finales Dios hace una evaluación de Jerusalén. Contrasta las virtudes anteriores y las del momento. La ciudad había pasado a ser completamente corrupta, una ciudad infiel (Is 1:21–23). Promete la redención para el remanente fiel (Is 1:24–27). Finaliza con el castigo para los pecadores e idolatría (Is 1:28–31). “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” (Gá 6:7).

I. Ciudad fiel a ciudad infiel (Is 1:21-23). “¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.” (Is 1:21). La "ciudad fiel" se refiere a Jerusalén. Durante cierto tiempo Jerusalén fue esposa fiel. Pero para entonces, la ciudad se había convertido en una ramera espiritual. La prostitución, fornicación espiritual simboliza la idolatría del pueblo de Dios (Jer 2:20; 3:1; Os 2:2; 3:1; Ez 16:22-37). En lugar de que la justicia y la equidadviviera”, prevalecía la intolerancia, el soborno, la injusticia al huérfano y la viuda, por lo cual Dios los considera homicidas. Los gobernantes rebeldes de la ciudad estaban llevando al pueblo a la ruina, cometiendo robos, sobornos e injusticias contra los indefensos (Is 1:22-23). Estaban incumpliendo los mandamientos de Dios: “No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da.” (Dt 16:19-20).

II. La promesa de volver a ser ciudad de justicia (Is 1:24-27). Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza.” (Is 1:24-25). El Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel.