332 – Jn 13:34-35 – Amemonos los unos a los otros.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Aunque debemos amar a todos, estamos llamados especialmente a amar a nuestros nuevos hermanos en Cristo. Enseña 1Pe 2:17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. Somos familia, responsables de cuidarnos y apoyarnos mutuamente. Nuestra iglesia debe ser un refugio donde experimentamos la unión y el amor que es tan escaso en el mundo de hoy.
1. Amando a mi hermano en la fe. Jesucristo da instrucciones precisas: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Jn 13:34-35).
El amor entre hermanos de la fe nos identifica como discípulos de Cristo y nos distingue de los que no son creyentes. ¿Quién es nuestro modelo en cuanto al amor? Jesucristo, quien afirma “Que os améis unos a otros; como yo os he amado”. (Jn 13:34). Dios nos ama, no por ser dignos, sino por su gracia. Su verdadera naturaleza es amor (1Jn 4:8). El tipo de amor demostrado por Cristo piensa en el otro, mientras el amor que enseña el mundo es interesado, buscando beneficio propio. Piense en el amor que tiene para otros cristianos. ¿Hasta qué punto puede decir que es desinteresado? ¿Piensa más en ellos o en sí mismo? Enseña Ro 5:6-8 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. El amor es más que un sentimiento dulce y hermoso; requiere acción. Si queremos amar como Cristo, ¿qué debemos hacer? Cumplir con el mandamiento de Jn 13:34-35 y otros sobre el amor al prójimo. Jesucristo enseña: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” (Jn 15:10). El amor es como una clase de termómetro espiritual. ¿Qué enseña la Biblia del que pretende ser un buen cristiano pero aborrece a su hermano? Afirma 1Jn 2:9-10 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
2. El amor y el sacrificio. Enseña 1Jn 3:18 no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. ¿Cuál es la diferencia entre amor de palabra y amor de verdad? ¿Finge usted el amor a veces cuando está con otros? Las siguientes preguntas le ayudarán a entender lo que se requiere para amar a sus hermanos en verdad. Según 1Jn 3:16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. ¿Cómo podemos amar con hechos y en verdad? Poner nuestra vida por los hermanos en la fe ¿Quiere decir que tenemos que morir físicamente por otros? No, necesariamente. Veamos, cuál es el ejemplo que se da de dar su vida por otro en 1Jn 3:17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿Cómo mora el amor de Dios en él? Es ayudar en todas las necesidades que podamos a los hermanos en la fe. Al ignorar la necesidad de otro, demostramos una falta de amor de Dios.
3. Quién es mi prójimo? El segundo mandamiento dice: “amar al prójimo como a tí mismo.” Un día, alguien preguntó a Jesús “¿Quién es mi prójimo?” Jesús contestó con la conocida parábola del Buen Samaritano (Lc 10:30-37). ¿Cuál de las personas en la parábola amó a su prójimo? El samaritano porque ayudó al hombre que había sido herido por los ladrones. Aunque el sacerdote y el levita no golpearon al hombre, ¿podemos decir que eran mejores que los ladrones? No ¿Por qué?