Hola, soy Gloria Cano, tu coach de respiración y te doy la bienvenida a la quinta temporada de #ParayRespira.
Esta semana, en nuestro episodio 121: Respira y Entrena tu amabilidad.
Esta práctica está inspirada en los estudios y planteamientos de la neurocientífica española Nazareth Castellanos, quien lleva más de 25 años estudiando cómo opera nuestro sistema nervioso y, en una de sus
conclusiones más sorprendentes, indica que la Amabilidad, si la entrenamos y la practicamos cotidianamente, tiene el potencial de transformarnos y así podremos vivir una vida con mayor bien-estar, menos estrés y más fluidez.
Parece una cosa poco importante, teniendo tanto en qué pensar y tantos compromisos, ¿será oportuno ponernos conscientemente a practicar la amabilidad? Pues, no me creas, te invito a que lo verifiques en tu
propio vivir.
Resulta que, como casi todo en la vida, la amabilidad, empieza por casa,
esto significa que para poder expresar amabilidad a los demás seres con quienes compartimos la Tierra, toca primero ser amables con nosotros/as.
Algo sencillo, ¿verdad?
Comencemos…
Este ejercicio puede hacerse en cualquier momento y lugar. Si quieres puedes cerrar los ojos, o también puedes suavizar o bajar tu mirada para que puedas poner toda tu atención en tu respiración y tus sensaciones corporales.
Vamos a hacer 3 respiraciones largas y profundas tomando y soltando el aire por la nariz. Al inhalar nota cómo tu abdomen se expande y al exhalar nota cómo tu abdomen se contrae.
Siente tu cuerpo, fíjate si hay alguna parte que te llama la atención y quédate ahí, enviándole tu respiración…
Inhala y tu abdomen se expande … Exhala y tu abdomen se contrae
Inhala y tu abdomen se expande… Exhala y tu abdomen se contrae
Inhala y tu abdomen se expande… Exhala y tu abdomen se contrae
Pon ambos pies en el piso, mueve los dedos de los pies y toma consciencia de la Tierra que te sostiene y te acoge sin restricciones. Ahora, continuando con la respiración suave, lenta, profunda… vas a recordar 10 expresiones o gestos amables que tienes contigo… o que otras personas cotidianamente tienen contigo.
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
Inhalo… y me regalo una expresión amable… Exhalo y la regalo al mundo
¡Terminamos!
Fíjate cómo te sientes, pues cuando entrenamos la amabilidad algo sutil sucede en nuestro estado de ánimo; y si practicamos más a menudo, mayores serán lo beneficios.
¡Gracias por practicar conmigo! Y recuerda que estoy atenta a tus comentarios y sugerencias sobre la práctica.
