Hola, soy Gloria Cano, tu coach de respiración y te doy la bienvenida al episodio 147 de #ParayRespira.
Este ejercicio se llama “Me doy cuenta de…” y como su nombre lo indica, nos invita desarrollar una mayor conciencia de nuestras sensaciones corporales, nuestros pensamientos, nuestro entorno; además, nos sirve para entrenar nuestra atención y estar presentes en el presente.
Pero, lo importante no es que me creas, sino que verifiques qué beneficios trae para ti esta práctica. Regálate unos minutos y practica conmigo.
Comencemos…
Siéntate en una posición cómoda, con la espalda recta y ambos pies en el piso. Si puedes, cierra los ojos o baja la mirada suavemente. Nota la silla en que estás, nota la tierra bajo tus pies, que te acoge sin restricciones.
Comienza con la respiración natural: Inhala y exhala por la nariz, sin forzar tu respiración. Observa cómo tu cuerpo se eleva con la inhalación y desciende con la exhalación.
Al inhalar nota cómo tu abdomen se expande y al exhalar nota cómo tu abdomen se contrae.
Inhala y tu abdomen se expande
Exhala y tu abdomen se contrae
Inhala y tu abdomen se expande
Exhala y tu abdomen se contrae
Mientras sigues respirando, te invito a hacer un recorrido por tu cuerpo, tus sensaciones, tus pensamientos, tu contexto, completando la frase “Me doy cuenta de…” con cada respiración.
Por ejemplo: Respiro y me doy cuenta de que estoy ligeramente encorvada/o en la silla,
me doy cuenta de que oigo pasos de alguien en la calle,
me doy cuenta de la luz que entra hoy por la ventana,
me doy cuenta de que el pantalón me aprieta un poco el abdomen, y así...
Sigue respirando y completando la frase…
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
me doy cuenta de...
¡Terminamos! toma unas cuantas respiraciones profundas tomándote un momento para reintegrarte a tu entorno.
Puedes realizar este ejercicio en cualquier momento y lugar, te animo a que lo practiques también cuando notes un mínimo malestar y así podrás comprobar que dedicando atención a lo que percibes, independientemente de que sea agradable o desagradable, el malestar se va disipando y se llega a una sensación de tranquilidad. Durante esta práctica estarás verdaderamente presente en el presente. Es un escáner descriptivo que frena y sosiega.
¡Gracias por practicar conmigo! Y recuerda que estoy atenta a tus comentarios y sugerencias sobre la práctica.
Agradecimientos a Belén Jiménez Gómez por la inspiración para este ejercicio y por su Manual de Gestión Emocional para médicos y profesionales de la salud.