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Hola, soy Gloria Cano, tu coach de respiración y te doy la bienvenida al episodio 148 de #ParayRespira.

Algunas personas me han preguntado por ejercicios que activen el nervio vago y que les permitan calmar la ansiedad, por eso esta semana nuestra práctica se llama “Respiro y calmo mi ansiedad…” y como su nombre lo indica, nos permite reducir la ansiedad y el estrés, mejorar la concentración y la claridad mental y también promueve una sensación de calma y relajación favoreciendo el bienestar general.

Pero, lo importante no es que me creas, sino que verifiques qué beneficios trae para ti esta práctica. Regálate unos minutos y practica conmigo.

Comencemos…

Siéntate en una posición cómoda, con la espalda recta y ambos pies en el piso. Si puedes, cierra los ojos o baja la mirada suavemente. Nota la silla en que estás, nota la tierra bajo tus pies, que te acoge sin restricciones.

Comienza con la respiración natural: Inhala y exhala por la nariz, sin forzar tu respiración. Observa cómo tu cuerpo se eleva con la inhalación y desciende con la exhalación. Enfoca tu atención en tu respiración. Si tu mente divaga, tráela gentilmente de vuelta a la respiración.

Ahora coloca una mano sobre tu abdomen, justo debajo del ombligo. Al inhalar nota cómo tu abdomen se expande y al exhalar nota cómo tu abdomen se contrae.

Inhala y tu abdomen se expande

Exhala y tu abdomen se contrae

Inhala y tu abdomen se expande

Exhala y tu abdomen se contrae

Inhala y tu abdomen se expande

Exhala y tu abdomen se contrae

Inhala y tu abdomen se expande

Exhala y tu abdomen se contrae

A continuación, vamos a estimular el nervio vago…

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente por la boca, haciendo una pausa al final de la exhalación.

Traga saliva durante la pausa, activando el nervio vago y concéntrate en la sensación de la saliva al tragar.

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente por la boca, haciendo una pausa al final de la exhalación.

Traga saliva durante la pausa, activando el nervio vago y concéntrate en la sensación de la saliva al tragar.

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente por la boca, haciendo una pausa al final de la exhalación.

Traga saliva durante la pausa, activando el nervio vago y concéntrate en la sensación de la saliva al tragar.

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente por la boca, haciendo una pausa al final de la exhalación.

Traga saliva durante la pausa, activando el nervio vago y concéntrate en la sensación de la saliva al tragar.

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente por la boca, haciendo una pausa al final de la exhalación.

Traga saliva durante la pausa, activando el nervio vago y concéntrate en la sensación de la saliva al tragar.

Inhala profundamente por la nariz.

Exhala lentamente por la boca, haciendo una pausa al final de la exhalación.

Traga saliva durante la pausa, activando el nervio vago y concéntrate en la sensación de la saliva al tragar.

¡Terminamos! toma unas cuantas respiraciones profundas tomándote un momento para reintegrarte a tu entorno.

Puedes realizar este ejercicio varias veces al día, en cualquier momento y lugar, te animo a que lo practiques especialmente cuando notes que sientes estrés o ansiedad, y así podrás comprobar que vas pudiendo modular tu respuesta de estrés o ansiedad y mantener durante más tiempo una sensación de calma y tranquilidad.

Por último, un tip adicional, mantén siempre a mano un vaso de agua fría, es un recurso excelente para calmar la ansiedad y activar el nervio vago.

¡Gracias por practicar conmigo! Y recuerda que estoy atenta a tus comentarios y sugerencias sobre la práctica.