Hola, soy Gloria Cano y te doy la bienvenida al episodio #60 de Para y Respira, el espacio para re-conectarte, recargar la pila y cambiar de perspectiva, usando sólo unos minutos de tu tiempo y la respiración como herramienta básica.
Esta semana vamos a practicar la integración de varios ejercicios para acostumbrarnos a un tipo de respiración que es útil en aquellos momentos en los que sentimos ansiedad y de lo cual nos damos cuenta por alguna señal del cuerpo (temblor, escalofrío, sensación de ahogo, manos o pies fríos, tensión en el cuello, sensación de temor generalizado sin causa aparente..).
Este ejercicio integra el movimiento del cuerpo con la práctica de la #Respiración #Quitamiedo que ya conocemos y su fundamento está en que la respiración junto con el movimiento pueden cambiar la orientación de nuestros pensamientos y gatillar respuestas específicas en nuestro sistema nervioso.
Comencemos…
Este ejercicio puede hacerse sentado, de pie o también recostado sobre una superficie blanda. Si quieres cierra los ojos, excepto si estás conduciendo, manejando maquinaria o cuidando de algo o alguien que requiere tu atención y vigilancia.
Vamos a hacer un par de respiraciones largas y profundas tomando y soltando el aire por la nariz. Al inhalar nota cómo tu abdomen se expande y al exhalar nota cómo tu abdomen se contrae. Hagamos un par de respiraciones de esta manera:
Inhala…. Nota cómo tu abdomen se expande
Exhala … Nota cómo tu abdomen se contrae
Inhala…. Nota cómo tu abdomen se expande
Exhala … Nota cómo tu abdomen se contrae
Ahora, vamos a hacer la respiración quitamiedo que se trata de inspirar en 4 tiempos tomando el aire por la nariz y exhalar en 8 tiempos suavemente por la boca como si estuvieras soplando una velita y mientras haces esto, vas sacudir tu cuerpo (puedes hacer una versión corta sacudiendo únicamente tus manos) y luego relajar todo tu cuerpo como si estuvieras dejándote caer con todo tu peso sobre una superficie blanda o si estuvieras derritiéndote como un helado…
Empecemos…
1. Inhala en 1,2,3,4 y exhala suavemente por la boca como soplando una velita mientras sacudes todo tu cuerpo y ahora relájate como si estuviera derritiéndote…
2. Inhala en 1,2,3,4 y exhala suavemente por la boca como soplando una velita mientras sacudes todo tu cuerpo y ahora relájate como si estuvieras derritiéndote…
3. Inhala en 1,2,3,4 y exhala suavemente por la boca como soplando una velita mientras sacudes todo tu cuerpo y ahora relájate como si estuvieras derritiéndote…
4. Inhala en 1,2,3,4 y exhala suavemente por la boca como soplando una velita mientras sacudes todo tu cuerpo y ahora relájate como si estuvieras derritiéndote…
5. Inhala en 1,2,3,4 y exhala suavemente por la boca como soplando una velita mientras sacudes todo tu cuerpo y ahora relájate como si estuvieras derritiéndote…
Terminamos. Sigue respirando de manera natural y a tu propio ritmo. ¿Cómo te sientes? ¿Qué notaste al hacer esta práctica?
Puedes hacer este ejercicio tantas veces como lo desees, resulta muy útil repetirlo varias veces al día; especialmente porque con la práctica vas integrando la respiración con los movimientos y así cuando sientas que la ansiedad comienza a manifestarse, podrás hacer esta práctica y manejar de manera más oportuna todas las situaciones que se te presentan.
¡Gracias por practicar conmigo! Y recuerda que estoy atenta a tus comentarios y consultas sobre la práctica.