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Hola, soy Gloria Cano y esta semana en el episodio 64 de #ParayRespira vamos a practicar la #respiracionprofunda.

Respondiendo a quienes me consultaron, les cuento que la respiración profunda, es llamada también respiración diafragmática o respiración abdominal y nos permite corregir de forma consciente los errores que habitualmente cometemos al respirar.

Como lo hemos planteado en otros episodios, en nuestra vida cotidiana no es extraño que respiremos de forma poco correcta, desplegando una respiración torácica superficial que no oxigena lo suficiente la sangre y tampoco la purifica.

Por eso esta semana vamos a practicar la #respiraciónprofunda o #respiracióndiafragmática, que es la que se aconseja en la mayoría de los casos en que existen trastornos respiratorios, y se usa también en muchas técnicas de control del estrés y la ansiedad.

Esta respiración se llama así porque es un tipo de respiración donde usamos fundamentalmente la acción del diafragma, que como lo mencionamos en otros episodios, es el músculo ubicado en la base de los pulmones que cuando inspiramos se contrae y adopta una forma más plana, permitiendo la entrada de aire a los pulmones. Cuando el diafragma se relaja, aumenta su volumen, presiona los pulmones y se produce la expiración.

La respiración profunda o diafragmática mejora los niveles de oxígeno circulante, reduce la fatiga cuando se está realizando deporte y disminuye los niveles de estrés y ansiedad, tal vez su ventaja más conocida.

Incorporar esta técnica de respiración diafragmática adecuadamente puede llevar un poco de esfuerzo y concentración al principio, pero con los siguientes pasos seguramente se te hará más fácil el camino.

Comencemos…

1. Este ejercicio se hace acostados en la cama o en una superficie plana, colocando una almohada debajo de las rodillas. Asegúrate que la cabeza, el cuello y la columna están en una línea recta.

2. Vas a hacer una pausa para sentir cómo respiras en este momento, para ser consciente de tu cuerpo.

3. Coloca una mano en la zona superior del pecho y otra en el abdomen, justo con el dedo meñique encima del ombligo. Esto permitirá controlar los movimientos.

4. Inspira lentamente por la nariz, de forma que la mano en tu abdomen sienta la presión de éste al elevarse. La mano en el pecho debe permanecer sin moverse (o casi inmóvil). La inspiración no debe ser tan profunda que lleguemos a hiperventilar.

5. Ahora haces una pequeña pausa sosteniendo el aire antes de exhalar.

6. Exhala lentamente el aire por la boca, de forma que sientas los músculos de tu abdomen descender. Recuerda que la mano en el pecho debe permanecer los más inmóvil posible.

7. Vamos a repetir estos pasos (idealmente practicarlos entre 3 y 10 veces, ojalá 3 a 4 veces al día).

8. Al finalizar, recuerda ponerte de pie lentamente.

Practica conmigo unas cuantas rondas de respiración profunda…

1. Inspira lentamente por la nariz y nota cómo tu abdomen se expande… sostén el aire y ahora exhala lentamente el aire por la boca, de forma que sientas los músculos de tu abdomen descender

2. Inspira lentamente por la nariz y nota cómo tu abdomen se expande… sostén el aire y ahora exhala lentamente el aire por la boca, de forma que sientas los músculos de tu abdomen descender

3. Inspira lentamente por la nariz y nota cómo tu abdomen se expande… sostén el aire y ahora exhala lentamente el aire por la boca, de forma que sientas los músculos de tu abdomen descender...

¡Gracias por practicar conmigo! Y recuerda que estoy atenta a tus comentarios y sugerencias sobre la práctica.