Listen

Description

Hola, soy Gloria Cano y te doy la bienvenida al episodio 91 de #ParayRespira.

Este ejercicio lo he llamado RESPIRA y PERDONATE. Así como lo oyes, vamos a unir la respiración con el perdón, ya que el dejar ir nuestros remordimientos nos ayuda a mejorar y crecer.

Los investigadores de la Universidad de California en Berkeley han concluido que practicar el autoperdón nos ayuda a crecer a partir de nuestros arrepentimientos. Aceptamos más lo que sea que sucedió, y esa aceptación conduce a una motivación para mejorar. El perdón a uno mismo también es compatible con nuestro sistema nervioso parasimpático, incluido el nervio vago, que, como sabrás, regula el ritmo cardíaco y es un actor clave en nuestras conexiones sociales.

Espero que disfrutes es ejercicio personal sobre el perdón.

Comencemos…

Te invito a sentarte cómodamente y separar tu espalda del respaldo de la silla. Cierra los ojos. Pon ambos pies en el piso y siéntelos firmemente apoyados en el suelo.

Revisa cómo están tus hombros; revisa cómo está tu espalda. Revisa tu mandíbula, que no estés apretando los dientes, revisa cómo están tus manos y ponlas suavemente sobre tus muslos.

Vamos a hacer 3 respiraciones profundas tomando y soltando el aire por la nariz,

tomamos el aire y el abdomen se expande… soltamos el aire y el abdomen se contrae…

tomamos el aire y el abdomen se expande… soltamos el aire y el abdomen se contrae…

tomamos el aire y el abdomen se expande… soltamos el aire y el abdomen se contrae…

Sigue respirando lenta y profundamente a tu ritmo; tomando y soltando el aire por la nariz.

Tome una respiración profunda. Mientras exhalas, recuerda todo lo que has hecho en el pasado que te llevó a estar donde estás hoy.

El dolor de viejas heridas a veces puede persistir y adherirse a ti como una segunda piel que parece que no puedes superar. Tal vez incluso te haga querer olvidar quién eres y quién eras, y todo lo que tuviste que vivir para llegar aquí. Pero me gustaría que respiraras en el hecho de que todavía estás acá, viviendo, y que sepas estoy orgullosa de ti y de en quién te estás convirtiendo.

No podemos ignorar el dolor de nuestro pasado. No podemos pretender que el dolor no existe. Respira a través de todo y recuerda que se vale llorar. Dale un espacio al dolor. Y déjalo ir.

Recuerda que puedes perdonarte a ti mismo y dejarlo ir. Date permiso para liberar cualquier vergüenza o remordimiento que estés cargando. Perdónate.

Recuerda que te debes la misma ternura de corazón que crees que los demás merecen. Confía en tu valor. Conócelo y aprovéchalo. Incluso cuando el daño es profundo. Espero que te tomes un momento para ser amable contigo mismo. Estás siempre evolucionando. Antes de que puedas comenzar a perdonar a los demás, debes aprender a perdonarte a ti mismo. El perdón a uno mismo es un acto de servicio comunitario. Se necesita práctica, respiraciones profundas y dedicación. Requiere que te inclines y seas sincero con todo lo que pueda doler. El perdón no es una carga. es una bendición Y mientras respiras a través de este momento, se flexible con tu proceso. Date permiso para crear un nuevo camino. Cree en tu propia vida. No siempre tomarás la decisión correcta o harás lo correcto, pero tu intención es pura. Mientras te sientas contigo mismo en este momento, deja espacio para los defectos, dales aire para respirar.

Deja de odiarte por fallar y por no saber. Eres un trabajo en progreso. No estás roto/a. Siempre estás completo, incluso cuando las cosas se sienten como si se estuvieran desmoronando. Comienza lento. No hay necesidad de acelerar tu proceso o recopilar tus sentimientos de una vez.