No podemos olvidar que dondequiera que haya una lucha, se desgastan las fuerzas; hasta los mejores soldados se debilitan luchando.
Jesús desea que progresemos rápidamente en la virtud y que lleguemos pronto a la perfección, pero Jesús no quiere hacerlo todo por sí mismo. Él nos muestra el camino, pero no violenta nuestra libertad.
Un examen demasiado minucioso de las circunstancias de nuestra caída, a menudo, sólo sirve para perder el tiempo. Nuestro enemigo nos entretiene de esta manera, sólo para sumergirnos en el desconsuelo, la tristeza, el abatimiento y el desánimo.
Son estas algunas de las expresiones de esta bella meditación tomada de partir de los Consejos espirituales del Padre Eugenio Prévost.
En Frasacer Podcast, el Padre Elkin López, con sencillez y claridad, nos deja elementos muy interesantes para meditar.