Los chequeos médicos de rutina han sido parte fundamental de la práctica médica durante décadas a pesar de la falta de consenso sobre su valor.
Un chequeo de rutina consiste en una o más visitas a un proveedor de atención médica para evaluar la salud general y los factores de riesgo de enfermedades prevenibles. Da como resultado la prestación de servicios clínicos preventivos que se adaptan a la edad, el sexo y los factores de riesgo clínicos individuales. Sin embargo, también podría generar costos innecesarios y el uso de servicios no recomendados.
El chequeo médico de rutina es un proceso de atención médica preventivo que generalmente realizan los centros de salud para ambos sexos y para todas las edades de acuerdo con los factores de riesgo del paciente; y que se recomienda realizar anualmente. En la sociedad existe la aceptación de los controles del crecimiento y desarrollo durante la infancia, pero llega un punto en donde se cree innecesario seguir en control. Todos nos podemos beneficiar de un chequeo médico de rutina que se adapte a nuestras necesidades.
Consultar a los médicos solo ante una enfermedad ignora la conexión humana que ha sido fundamental para las relaciones médico-paciente durante milenios. Existen beneficios ignorados de un médico de cabecera que nos conozca tanto en nuestra enfermedad como cuando estamos sanos, así como nuestros cambios a medida que envejecemos. Los médicos no son meros mecánicos que realizan el mantenimiento de máquinas humanas basado en protocolos. El conocimiento íntimo de los pacientes y sus cambiantes circunstancias de vida, prioridades y perspectivas es la base indispensable de una buena atención centrada en el paciente. Los chequeos de rutina ofrecen oportunidades para explorar los estados mentales, obtener pistas sobre los estilos de vida perjudiciales y formar vínculos que permita a los pacientes brindar sin desconfía la información necesaria para ser ayudados.
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La información que se brinda por este medio tiene un propósito puramente educacional. No pretendemos diagnosticar, curar o de alguna otra forma sustituir la ayuda profesional de su médico, nutricionista, dietista u otro profesional de la salud cualificado. Usted siempre debe consultar con un profesional de la salud ante cualquier sospecha de enfermedad o cambios de tratamiento.
