"Espero en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro. Amén". Desde niños conocemos este artículo de nuestra fe, que nos hace verdaderamente cristianos. Ante la visión pesimista de los saduceos, tan llena de muerte y de esterilidad, Jesús no comparte un Dios fecundo, vivo y fuente de vida; Dios nos comparta la misma vida de su Hijo resucitado, en este mundo es pasajero, esta es nuestra esperanza.