El enfado tiene una relación directa con una atención mecánica. Siento enfado por diversos motivos, veamos algunos ejemplos:
- Cuando otra persona no hace lo que considero que debería de hacer, es decir, actúa de una manera diferente a la que yo deseo.
- Puedo enfadarme con una persona si hace hace una valoración negativa de mí.
- Si no realiza una acción que le he pedido.
¿Qué me ocurre cuando la otra persona dice eso que no me gusta oír, o no hace eso que quiero? Ante esa acción del otro yo reacciono de una manera automática: acción y reacción. Mis emociones se agitan. Mis pensamientos son de crítica hacia la otra persona. Y mi acción puede ser la de eludir y alejarme de la otra persona o ir directo al enfrentamiento. Mi atención es muy básica, ordinaria, mecánica. Mi voluntad está ausente. Si me criticas, me enfado. Si me valoras te aprecio. Esto salta como un automatismo. No actúo con libertad. Unos mecanismo muy instintivos me están dominando. Cuando no tengo atención no puedo obrar con libertad. Soy esclavo de unos pensamientos y unas emociones automáticas. Me identifico con algo que no es producto de mi atención, de mi elección, en definitiva, de mi libertad.
La puerta que se nos abre para encaminarnos a la libertad es el darnos cuenta de lo que sucede. Ser conscientes de esas identificaciones con esos pensamientos y emociones. Ser conscientes de esos automatismos.
*****************************
De marioneta a grifo - Blog
https://demarionetaagrifo.blogspot.com
