Otra forma de mostrar el amor de Dios es el servicio entre todos; somos miembros los unos de los otros, nos necesitamos, somos necesarios para apoyarnos; se nos han conferido dones para el crecimiento mutuo; por amor es debido usar los mismos para gloria de Su nombre.
Col 1.8 DHH; TLA
Él nos ha traído noticias de ustedes y del amor que el Espíritu les inspira (cómo el Espíritu Santo les hace amar a los demás).
La promesa dada en Joel tiene cabal cumplimiento el día de Pentecostés (Hch 2.17, Ro 5.5 Esa esperanza no nos va a fallar porque Dios nos dio el Espíritu Santo, quien ha derramado el amor de Dios en nosotros.) La iglesia y su permanencia entre los hombres (dispensación) forma parte de la administración del tiempo de parte de Dios, vemos cómo Su obra permanece en la historia del hombre. El derramamiento del amor de Dios en la humanidad ocurre en el Cuerpo de Cristo; en la capacitación a Su pueblo, el Espíritu Santo trae dones, talentos y ministerios para el crecimiento de la obra de Dios. Tal es el caso de Epafras quien ha tenido una labor itinerante en las iglesias de Éfeso, Colosas, junto al equipo de apoyo para Pablo. Ese mismo amor nos controla de una forma o de otra para llevar a cabo la obra, y así, y vivir para Cristo. Los dones son repartidos por el Espíritu Santo para su uso en la iglesia local (1Co. 12.8-11 palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, discernimiento de espíritus, fe, sanidades, hacer milagros, profecía, diversidad de lenguas, interpretación de lenguas; Ef 4.11 apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros; 1P 4.10 de su gran variedad de dones espirituales y ministerios, le ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos para servirse los unos a los otros.). Si hay diversidad de dones y ministerios y están unidos al Señor, también hay diversidad en los miembros de la iglesia, pero estamos unidos por el amor de Dios para servirnos unos a otros. Este es el plan de Dios para este tiempo y ha abierto una puerta en el cielo para fluir en ambas direcciones trayendo Su refrigerio a nuestras vidas.
