Jesús ha subido al Gólgota para terminar su ministerio terrenal, en la cúspide del monte, afuera del campamento (Jerusalén), ha anulado el acta de los decretos que había contra nosotros clavándola en la cruz; luego, después de su muerte, Dios continúa al tanto de Sus acontecimientos porque ha dispuesto el detalle de la sepultura transitoria, no ha faltado ni una coma, absolutamente todo ha tenido cabal cumplimiento, ha tenido el control y lo tiene siempre.
Jn 19. 41-42 PDT
(Mt 27. 57-61; Mr 15. 42-47; Lc 23. 50-56)
En el lugar donde crucificaron a Jesús había un huerto, y allí había un sepulcro nuevo donde todavía no se había enterrado a nadie. Los judíos se preparaban para el día de descanso. Como el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús ahí.
Cosa tremenda hará Dios con nosotros.
