Proverbios 11:2-3.
“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría. La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.”
Deuteronomio 17:12.
“Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal varón morirá: y quitarás el mal de Israel.”
2 de Corintios 5:17.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
El primer contaste, la diferencia entre un corazón soberbio y un humilde, que el Señor nos ayude a mirarle siempre a él, a caminar en su voluntad, obedeciendo su Palabra y quebrantando el corazón ante su Presencia en adoración, alabanza, que irradiemos la belleza que proviene del interior, de un corazón con un espíritu suave y apacible.
El segundo contraste, la vida que camina en integridad y el perverso de corazón, señor nos invita a seguirle a Él, a despojarnos de la condición de pecado y caminar en su perfecta voluntad, rindiendo el corazón en su Presencia, reconociendo que es Dios.
