1 de Pedro 4:12-14.
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.”
El Apóstol Pedro habla a la Iglesia a causa de los padecimientos que ellos estaban enfrentando, por seguir a Jesús y los describe como una prueba de fuego, eran situaciones muy difíciles las que debían enfrentar.
Los que seguimos a Jesús y le obedecemos, nos identificamos con Jesús en todo, no solo en sus victorias, en los milagros y prodigios, sino en su sufrimiento, si Él fue despreciado, a nosotros también nos rechazarán, si fue perseguido por proclamar el mensaje de salvación, también nos perseguirán.
Pero tenemos una esperanza, cuando vivamos situaciones difíciles por causa de su nombre, con familiares, hijos, cónyuges o amigos, debemos pensar qué con ese sufrimiento, carga y dolor, nos estamos identificando con Jesús porque El también padeció por amor a nosotros. Si sufrió y venció obteniendo gran victoria, también seremos recompensados, de pronto no aquí en la tierra, pero si en los cielos.
