Debido al éxito de la competencia por el mizuage, Sayuri es adoptada por la dueña de la okiya, por lo que adopta el apellido de su dueña: Nitta, transformandose en Nitta Sayuri (los japoneses ponen primero el apellido y luego el nombre, y generalmente, excepto los muy cercanos, se tratan por el apellido). Posteriormente, se llevará a cabo la ceremonia del mizuage y su consumación.