Hacer estrategia, es todo un arte, es el momento en el que ponemos el destino en nuestras manos para que así como cualquier ilusión, podemos idearlo, moldearlo y concretarlo. Pero sin duda, los datos duros que revisamos en las sesiones de resultados y en las sesiones de planeación estratégica, nos paran en seco, alertando todos los sentidos y pasar de la ilusión a hacer uso útil de nuestra intuición.