Para lograr la ejecución en las organizaciones, debemos sumar voluntades. Esto es un reto para todo líder, alinear y lograr un nivel de desempeño que encamine hacia el logro de los resultados planeados y esperados. Y no podrá hacerlo si no tiene la capacidad de comunicar e influir para mover voluntades mediante una adecuada dirección, guía y seguimiento de los equipos de trabajo hasta lograr concretar los resultados esperados que previamente debieron haberse especificado.