Hoy quiero hablarte de algo que nos atraviesa a todos:
el miedo, la incertidumbre, la tristeza, la angustia…
A nadie nos gusta sentirlas, pero evitarlas nos impide desarrollar las herramientas internas que necesitamos para poder sostenernos cuando la vida nos pone delante de estas emociones.
No es cuestión de caer en el drama ni de esconder la cabeza como el avestruz.
Es cuestión de aprender a vivirlas desde la presencia.
En este episodio te comparto ejemplos muy reales, reflexiones sobre lo que significa sostenerse, cómo empezar a practicarlo y, sobre todo, la historia de una abejita muy especial, que me escribió hace nada para contarme cómo ha aplicado todo esto en uno de los momentos más duros de su vida.
Escúchalo hasta el final.
Te lo digo de corazón: merece la pena.
Un abrazo,
Ana