El término gracia es de origen latín “gratia” que significa benevolencia, favor o beneficio que se recibe sin ningún tipo de merecimiento. Es como recibir un regalo de tus padres, cuando lo único que has hecho es portarte mal. La gracia atenta contra la razón, es opuesta a la lógica, pero ¿A quién no le gusta recibir un regalo? Según la Biblia, la salvación la hemos recibido por gracia, como un regalo de vida cuando lo que merecíamos era la muerte. Jesús en la cruz nos dijo: ¡Yo Invito!