No tengas miedo de soñar. Recuerda que todo lo bueno y lo grande que ha logrado la humanidad nació primero como un sueño, una idea, en la mente de alguien. Especialmente, no temas soñar en grande. Que tus sueños apunten tan alto, que te sea imposible hacerlos realidad a menos que intervenga el poder de Dios. Al igual que Caleb, enfrenta los "gigantes" que se atraviesen en el camino de tus sueños con el poder de Dios y para la Gloria de Dios.