¿Qué rasgo particular caracteriza la vida de los jóvenes con convicciones? Principalmente, el hecho de que en su vida han logrado armonizar lo que creen (el conocimiento moral) con la forma cómo viven (la conducta moral). Esto es integridad. Por ser íntegros, estos jóvenes no negocian sus convicciones. Y no las negocian porque esas convicciones no están en la periferia de su vida, sino en su corazón; y porque negarlas equivale a negarse a su mismos. Por sobre todo, estos jóvenes no negocian sus convicciones porque saben que, en última instancia, representan los elevados intereses del Rey del universo.