La semana pasada tuve el privilegio de viajar a la ciudad de Tulsa en el estado de Oklahoma, allí estuve predicando en una hermosa semana de evangelismo juvenil. Fueron muchas las historias que pude sacar de este viaje, fui testigo en primera persona del poder y del amor de Dios por esta juventud. En lo personal, fue una semana de mucho aprendizaje y me sirvió para concientizarme de la necesidad palpable que tienen nuestros jóvenes aún dentro de la iglesia. En este episodio estaré reflexionando sobre todo lo que aprendí y lo que Dios hizo en medio de nosotros, además terminaré con tres consejos muy importantes que les pude compartir a todos los muchachos que visitamos y sé que serán muy valiosos para tu vida.
