La evolución en el consumo y las expectativas de los viajeros ha transformado el mercado del hospedaje, destacando la importancia de ofrecer experiencias únicas y personalizadas en lugar de simplemente alquilar propiedades. En un contexto donde la salud, la sostenibilidad y la tecnología juegan papeles cruciales, los anfitriones deben adaptarse para destacar y atraer a un nuevo tipo de viajero, especialmente a los nómadas digitales que buscan algo más que un simple lugar donde quedarse.
Rentar experiencias implica ofrecer a los huéspedes algo distintivo que vaya más allá del espacio físico, integrando elementos que mejoren su estancia y que les permitan vivir momentos memorables. Las expectativas actuales incluyen comodidad, seguridad, calidad del aire, y sostenibilidad, así como una experiencia personalizada que puede involucrar desde servicios de conserjería hasta actividades locales únicas.