Había una vez un carpintero que vivía feliz con su trabajo y su familia. Tenía una mujer y dos hijos y las cosas no le iban nada mal. Sin embargo, un día, el negocio entró en una mala racha. Comenzó a tener menos pedidos y el hombre comenzó a ganar mucho menos dinero. El carpintero lo intentó todo, cambió la forma de su negocio, puso en marcha nuevas iniciativas, pero no había manera...