“Pensar en la decadencia norteamericana es una idiotez. No hay ningún elemento para sostener eso. Evidentemente esas reflexiones que tenía Cristina con los adultos de su gobierno, ya no las tiene. Ella presupone que lo que piensa esta bien, y no de un intercambio fructífero con otros pares que le permitan decir ‘mire, usted esta equivocada’.”