Al nacer, todos los seres de la humanidad llegamos de forma original, sin prejuicios, convicciones e ideales que debíamos seguir o respetar.
Con el pasar del tiempo, nuestro ser va integrando convicciones inculcadas por los mayores, los tutores, o la cultura en la que nos encontramos.
¡Lo mismo ocurre con los prejuicios, que durante toda la vida nos van a atormentar!
Mi alma saluda a tu alma...