Los clientes B2B están hartos de información del tipo: calidad, servicios, equipo multidisciplinario, atención personalizada, etc.
Los que no se diferencian están condenados a morir en el océano rojo, en industrias saturadas de competidores, que compiten solamente por precio y no por valor.
Revisa tu propuesta de valor en tu sitio web y pregúntate: