En su reposo. 21/05/2022. T17. E7.
“Y contados por sus descendencias, por sus linajes, los que eran jefes de familias resultaron veinte mil doscientos hombres de grande esfuerzo”.
1 Crónicas 7:9
Calificativos
Las genealogías no solo permiten conocer los nombres del linaje de las tribus de Israel, sino que muestran algunas características de las tribus a través de sus líderes.
Esto puede observarse en la presencia o ausencia de calificativos. Como el caso de la tribu de Neftalí, que no pasa casi desapercibida, a la forma detallada en que se describe a otras tribus y sus guerreros.
Valerosos, esforzados, valientes, príncipes, escogidos, jefes.
Son algunos de los términos que se utilizan y que nos permiten señalar la importancia de sus vidas y su servicio a favor de la nación.
Hombres de bien, probados y aprobados.
Incluso mujeres, cuya participación en el linaje y la historia de sus tribus se volvió clave en algunos momentos.
De manera individual o en grupo, los calificativos se vuelven un testimonio que habla de fortaleza, unidad, estabilidad, seguridad, crecimiento, expansión.
Todavía hoy necesitamos hombres y mujeres de tal calibre.
A quienes se califique, se señale y distinga por estas cualidades, valores y principios sólidos que les permitan tan solo con ello, ofrecer un beneficio a la sociedad.
Tales personas, como en aquel tiempo lo eran los miembros de las tribus de Israel, ahora deben ser los miembros del cuerpo de Cristo, la iglesia.
La iglesia ha de proveer a la sociedad hombres de este nivel, líderes de valor, comprometidos, y reconocidos como tal por propios y extraños.
Que en los muchos calificativos que pudieran usarse para señalar a los hijos de Dios, pueda decirse también que son hombres (y mujeres) de gran esfuerzo.
Dios reciba la gloria por hijos suyos de tal renombre.
Isaí Rodríguez Ruiz
