En su reposo. 16/12/2021. T10. E24.
“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.
Josué 24:15
Escogeos
Es prácticamente imposible sustraerse de considerar este versículo para el devocional.
Aunque el capítulo aborda otros temas y tiene otras frases que ofrecen un poderoso mensaje para todos los tiempos, Josué 24:15 es sin duda el centro de la conversación que el ahora anciano líder de Israel tiene con la nación.
Es histórico, es reflexivo, es profético. Josué analiza el pasado, valora el presente y visualiza el futuro de una manera que solo el Espíritu Santo pudo guiarlo.
Todo con la intención de poner sobre la mesa las opciones que Israel tiene. Los dioses al otro lado del río se refiere a los dioses que dejó Abraham en casa de su padre. Los dioses de los amorreos hace alusión a los dioses que había en la tierra de Canaán.
En todo caso, es un ejemplo colocado por Josué en su discurso para mostrar a la nación las opciones que había frente a ellos.
La oportunidad siempre está ante nosotros. Escoger es un derecho otorgado por Dios al hombre.
Sin embargo, este derecho debe ser utilizado con pleno conocimiento de causa.
Todos los beneficios adquiridos hasta ahora son resultado del cumplimiento de las promesas de Dios, y el alejamiento de él solo traerá el distanciamiento de su cuidado y protección como resultado natural.
La expresión: “Si mal os pareciere”, parece ser la frase clave en realidad. Es como el punto de inflexión. La reflexión que lleva a una decisión.
Parece decir: calculen, analicen, pesen cada hecho, cada posibilidad, consideren cada consecuencia factible y después, si consideran inconveniente servir a Dios, hagan lo que crean conveniente.
No hay obligación, no hay censura, no hay intimidación o manipulación. Ni siquiera como un concepto de religión familiar o nacional.
Dios sigue poniendo todo claro ante nosotros. Las posibilidades son muchas de a quién adorar, de dioses a quiénes rendir nuestra vida; dioses religiosos, dioses materiales (como el dinero o el trabajo), y dioses humanos (como artistas y deportistas).
Al igual que entonces, haremos bien en sopesar las opciones y las consecuencias que cada decisión puede traer a nuestras vidas, aquí en la tierra y en la eternidad.
La conclusión de Josué revela que él ya había tomado una decisión. Estaba seguro y firme en su conclusión y por supuesto invitaba a todos a seguir su camino, pero la decisión era y es individual, personal.
El Señor nos ayude a mirar y valorar el libre albedrío que ha colocado en nuestros corazones, y que con sabiduría tomemos la mejor decisión para nuestra vida terrenal y eterna.
Isaí Rodríguez Ruiz
