En su reposo. 18/03/2022. T14. E23.
“Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida? Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto”.
2 Samuel 23:17
Esfuerzo ajeno
Qué impresionantes historias encontramos en la lista de los valientes de David.
Esta nota es sin duda una forma de reconocer que los grandes éxitos de David nunca fueron gracias únicamente a su valor.
David era un gran guerrero, pero su mayor grandeza fue la capacidad de inspirar a otros para que lograran cosas impresionantes por el bien del reino.
Tanto lo admiraban y tanto inspiraba a otros, que fueron capaces de luchar más allá de sus propios límites, y de hacer cualquier cosa por su líder.
La prueba la ofrecen estos tres grandes que, al escuchar el deseo de su líder, se abalanzan contra la guarnición filistea tan solo para cumplir su deseo de un poco de agua de su pueblo natal.
Y es justo situaciones como estas, y la reacción de David, lo que engrandecía su figura ante sus seguidores.
David derrama el agua como una ofrenda para Jehová.
Semejante acto de libación implica una figura hermosa. Con ese acto David está diciendo que el valor de aquellos tres merece ser reconocido ante Dios mismo. Lo hicieron para David pero es como si lo hubieran hecho para Dios mismo.
Así es como David nos da un ejemplo de cómo valorar, reconocer y honrar el esfuerzo ajeno.
La lista en sí misma es ya un reconocimiento público de aquellos que estuvieron a su lado aún desde los años en que era perseguido por Saúl.
Nada hubiera logrado David sin estos valientes; y sin duda, en nuestro camino hemos tenido personas que pusieron su granito de arena para impulsarnos con el fin de alcanzar nuestras metas.
Qué decir de los que desarrollan algún tipo de liderazgo, cuya labor depende en gran medida del esfuerzo de aquellos a quienes dirige.
Cualquiera que sea el caso, inspirar a otros depende en gran medida de la capacidad que tengamos de valorar sus esfuerzos.
Agradezcamos en público y en privado, reconozcamos a quienes ponen todo de sí para alcanzar los objetivos trazados; y sobre todo, adoremos a Dios por la vida de quienes nos bendicen con su entrega y servicio.
Isaí Rodríguez Ruiz
