En su reposo. 11/04/2023. T24. E117.
"Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya".
Sal. 117:2
Fidelidad y misericordia
Este es el salmo y el capítulo más pequeño de toda la Biblia.
Esa es una de las formas rápidas de identificar el salmo 117.
Con solo dos versículos, apenas dos ideas parecen asomarse en sus letras, pero suficientemente poderosas.
La invitación a alabar a Dios y el motivo por el cual se le debe alabar.
La invitación llama la atención porque no se hace únicamente al pueblo de Israel, como suelen hacer la mayoría de los salmos.
Este salmo hace una invitación universal.
Naciones y pueblos, todos.
Un día se hará realidad esta invitación y el mundo entero se rendirá ante la gloria del Hijo de Dios.
Lo segundo es el motivo por el cual debemos adorarle.
En este caso, la idea vuelve a dividirse en dos.
Dos motivos arguye el salmista.
Dios ha engrandecido su misericordia, y ha alargado su fidelidad.
Dios es misericordioso y fiel.
Engrandecer da la idea de ir más allá. Ya era grande, ya era abundante, pero Dios la ha hecho todavía más impresionante.
Da la idea de suficiencia, de bastedad, de una cobertura amplia, total, que nada escapa de su misericordia.
Y su fidelidad, que ya existía, que ya había demostrado, se alarga en el tiempo, supera la expectativa humana, pues no termina con la vida del hombre en la tierra, sino que trasciende a la eternidad.
Esa es la grandeza de Dios que cantamos cuando declaramos su misericordia y su fidelidad.
Digámoslo, vivámoslo cada día, e invitemos al mundo entero a conocer la misericordia y fidelidad de nuestro gran Dios.
Isaí Rodríguez Ruiz
